La an?cdota taurina no es un chascarrillo, una bagatela ni muchomenos una frivolidad. La an?cdota taurina va m s all  del mero relatode un suceso gracioso, simp tico o ingenioso, pues sirve parailustrar, mostrar y hasta para demostrar. Ilustran con ella elconferenciante y el tertuliano a su auditorio. Muestra infinitassituaciones edificantes del mundo taurino. Y puede, tambi?n, acabar de zanjar una discusi¢n de tendido, sentando c tedra y solventando,cuando est  bien tra¡da, la pol?mica generada en torno a una faena o a cualquiera de los eternos debates que ocupan al aficionado.

Conocer de qu? modo gan¢ su primer dinero Morante de la Puebla, que RocaRey ha ejercido de monosabio, saber de la ¡ntima amistad de Espartacocon el astro del bal¢n Diego Armando Maradona o la historia del ®anti¯ que se hizo taurino por amor, nos sirve para completar elindescifrable cuadro de una realidad tan rica y compleja como la de la tauromaquia.

La an?cdota es como el retrato instant neo que setoma sin que los protagonistas se den cuenta, revelando un documentoque habr¡a permanecido ignorado. Eso explicar¡a que el colmenare¤oLucas P?rez, apasionado de la fotograf¡a, adem s de periodista yexcelente aficionado a los toros, haya sido capaz de escribir un nuevo volumen de an?cdotas taurinas, continuaci¢n de aquel otro queescribi¢ hace unos a¤os. Aqu¡ van trescientas m s, pues, como noescapar  al atento lector, en la tierra del autor se tiene la buenacostumbre de iniciar una serie para completarla.

Gerardo Cornejo Arruabarrena