«Un libro que rebosa vida, belleza y lucidez». Tatiana Shórojova, 'Kimkibabaduk' «Es sorprendente que de un material en apariencia insípido ?el clima oficial de las instituciones estatales, su burocracia, la inercia maquinal de sus normas y disposiciones, su indiferencia hacia lo individual y su sexismo sistémico? Serenko consiga extraer poesía e incluso magia». Anna Glázova, 'Polka Academy'   «Daria Serenko es una de las pocas personas capaz de combinar el intrépido activismo político con declaraciones poéticas profundas y exactas». Liza Birger, 'Blueprint'   «Su relato, que linda con el reportaje, la poesía y la prosa, refleja una verdad muy simple: las instituciones culturales, en primer lugar las públicas, se sustentan sobre los hombros de mujeres cuyos derechos laborales se violan, que reciben salarios que no se corresponden con el trabajo que llevan a cabo y que son víctimas de presiones políticas y cosificación. El sistema no tiene ningún reparo en explotar su implicación emocional, hacia la cual, además, expresa una falta de respeto casi velada y a veces incluso manifiesta. Un libro emotivo y algo trágico con mucho dolor y resentimiento, pero también humor, en favor de aquellas que son tratadas de forma injusta». Maxim Mamlyga, 'PravilaMag'
Daria Serenko (Khabarovsk, 1993) es poeta, curadora, profesora y artista. Durante años fue una de las «chicas» de su libro, hasta que fue despedida por su activismo. Forma parte de un movimiento feminista vinculado con la comunidad LGTBIQ+ y las organizaciones de defensa de derechos humanos que lucha contra el régimen de Putin y teje redes de apoyo mutuo. Ha sido condenada a penas de cárcel y recibido amenazas de muerte. Aun así, en 2022 fundó con otras compañeras un grupo de resistencia contra la invasión de Ucrania que lanzó un manifiesto que se tradujo a más de treinta lenguas. En marzo se exilió a Georgia, donde vive actualmente.