Entre la crónica y la investigación periodística, Francesc Arabí nos sumerge en el relato de la caída de Eduardo Zaplana, las bambalinas del caso Erial y la cocina de la investigación. Lejos de ser un caso cerrado, la historia de cómo este empresario de la política movió sus tentáculos para poner al servicio de su suerte judicial todos los rendimientos de sus inversiones en las cloacas. Barcos, pisos, casas, comisiones... dinero a expuertas y mordidas repartidas a derecha e izquierda políticas.

«Este es el relato sobre el derrumbe de un mito de carne y hueso, un adicto a conspirar inventándose conspiraciones. Un practicante de la cortina de humo a base de denunciar cortinas de humo. Un hombre que en ocasiones ve la mano del CNI meciendo Erial, igual que, como portavoz del Gobierno de Aznar, vio la mano de ETA detrás del 11M.»