El Socialista del 28 de febrero de 1890 se hizo eco de la llegada a Gijón de Francisco Cadavieco, procedente de la Agrupación Socialista de Bilbao, y al que podemos considerar como el primer «predicador» del socialismo en Asturias. Por otra parte el semanario obrero del 4 de diciembre de 1891 confirmaba la fundación de la as de Gijón, la primera en nuestra región.
Es el inicio de una andadura decisiva para el ensanchamiento de la militancia obrera socialista, que proseguirá su desarrollo orgánico y reivindicativo adaptándose, en líneas generales, a las directrices diseñadas a nivel federal difundidas por otros propagandistas: el mismo Pablo Iglesias, que visitó Asturias por primera vez en 1892, coincidiendo con la constitución de la as de Oviedo; el riojano Eduardo Varela, el «propagandista ciego», que por recomendación de Pablo Iglesias se afincó definitivamente en la villa de Jovellanos, contribuyendo decisivamente a que las organizaciones obreras socialistas progresaran en Asturias; el gijonés Manuel Vigil Montoto, implicado a fondo en el activismo propagandístico y orgánico, fundador, director y principal redactor del periódico portavoz del socialismo regional, La Aurora Social (el número 1 de la primera época se publicó en Gijón el 6 de septiembre de 1896), primer presidente de la Federación Socialista Asturiana fsa-psoe, cuyo congreso fundacional tuvo lugar en Oviedo el 27 de enero de 1901… hasta convertirse en una de las figuras más relevantes del socialismo asturiano en el primer tercio del siglo XX.
Como muy concretos del socialismo asturiano, reseñamos los siguientes rasgos: la disciplina orgánica superadora de momentos muy difíciles en esta su primera andadura; la intensa labor cultural desplegada, con especial incidencia en las Juventudes Socialistas, cuyas primeras secciones aparecieron en 1904; y la potencia del sustrato sindical, consolidada con la creación en 1910 por Manuel Llaneza Zapico del muy pronto todopoderoso Sindicato Minero Asturiano.