Leer y comprender -también traducir- a Michel Foucault es apropiarse de una conducta, de un modo de ser filosófico, de un modo de vida para el pensamiento. Cuando se avanza en la lectura, en el estudio, en la reflexión de los textos de Foucault (sus breves y punzantes ensayos, sus magnos estudios histórico-filosóficos, las entrevistas, sus minuciosos cursos en el Colegio de Francia y en otros países) no es posible evitar que dejen en uno un trazado de surcos y senderos que estremecen nuestros modos de pensar. La razón es tal vez esta: todo fragmento de la obra de ese pensador del pensamiento, el conjunto de su obra y especialmente sus últimos cursos, son, por encima de todo, una entera reflexión sobre las trazas, las huellas, las cicatrices que la historia del pensamiento deja en quien se aventura en el libre vuelo del deseo de comprender por qué y cómo el pensamiento puede pensar y pensarse. Los ensayos reunidos en este libro recorren la obra de Foucault siguiendo el hilo de las trazas hendidas en su autor.