Movidos por viejas tradiciones y legajos de antiguos conquistadores, un grupo de exploradores de 1870, se embarca en una apasionante aventura en busca de los tesoros de Íñigo de Vascuña. Provistos de un viejo documento, armas y poco más, se adentran en las enmarañadas selvas de Venezuela, donde deberían superar múltiples peligros y penalidades, como las fiebres o los enfrentamientos hostiles con los aborígenes, guardianes de un ancestral secreto. Lo que encontrarán es tan sorprendente que se pondrá en duda si todo es real o se trata de un sueño. Un viaje que cambiará sus vidas para siempre y les llevará a algo mucho más importante. El autor nos embarca, con esta novela, en un viaje fascinante que no dejará al lector indiferente pero sí con deseos de saber más. Apoyado, en parte, en sus propias experiencias e investigaciones, lo que en este libro se relata va más allá de la mera ilusión y fantasía. Una quimera veraz que le hará replantearse muchas cosas sobre la geografía y saberes de nuestra época.