Este libro comienza de forma sencilla: "no se puede pensar en soledad". La potencia de esta afirmación es una clara muestra del recorrido de una experiencia (y varias también). Sus compiladores, Adriana Sulle y Ricardo Bur nos acercan el testimonio de ello, de una pluralidad de voces que nos conducen en sus lecturas de Vigotsky. En sus palabras:

"Los trabajos incluidos en este libro, pertenecen a importantes profesionales e investigadores latinoamericanos que han estudiado en profndidad la obra de Lev Vigotsky, y que entienden que muchos de los supuestos de su obra -nacida en un contexto en muchos aspectos tan diferente al nuestro- pueden contribuir, de manera genuina, a enriquecer el conocimiento de cuestiones locales que nos preocupan, tales como las relacionadas con los problemas relativos a la diversidad, la inmigración, la inequidad en la distribución de los recursos y la educación en condiciones de pobreza".

La intención en parte es recuperar al Vigotsky psicólogo, pero más precisamente el proponer la actualidad de un pensamiento que aún tiene mucho para darnos.

"Creemos, como dijera Bruner alguna vez, que Vigotsky nos habla desde el futuro" afirman sus compliladores, en una apuesta y un acierto que se propone a lo largo de todo este libro imprescindible, que además cuenta con entrevistas sustanciosas a destacados pioneros (Jerome Brner, Juan Azcoaga y Federico Berdichevsky) de la recepción de la obra de Vigotsky. Este libro entonces es la posiblidad de pensar una pluralidad pues, desde allí, haremos posible la constrcción de la actualidad.