La psicología social ha demostrado los límites que presentan las prácticas educativas tradicionales como el castigo o la recompensa: lo que se obtiene bajo coerción muy pocas veces desemboca en cambios profundos. Entonces, ¿Cómo podemos superar los conflictos recurrentes y renovar el diálogo con nuestros hijos? Entre la zanahoria y el bastón existe una tercera vía que nos permite educar sin imponer: la manipulación positiva. El sabotaje bienintencionado, la reformulación, la alternativa ilusoria, el “pie en la puerta”, el etiquetado o la vacunación conductual son técnicas manipulativas que, si se aplican con criterio, son muy beneficiosas para el proceso educativo.

Esta obra se inspira en los principios de la comunicación no violenta y propone a los padres una lectura innovadora y original que les ayudará a entender sus problemas de autoridad. Presenta una serie de herramientas prácticas que facilitan la comunicación con los hijos y permiten fomentar el aprendizaje y la adquisición de autonomía.