Antón Mallick tiene treinta y dos años y un apellido de origen húngaro que significa «feliz», pero él no lo es en absoluto
tras una depresión causada por un acontecimiento brutal que intenta superar. Escéptico con las terapias al uso, decide la suya propia: se convertirá en un optimista ejemplar, y lo más práctico para tal fin será recurrir a las lecturas apropiadas. Pide consejo a su hermano Zoltan, psicólogo de terapia conductual y cognitiva que le hace una lista de los grandes hitos de la autoayuda sobre la felicidad. La lista que le envía su hermana Bela, al contrario, tiene al menos la virtud de la calidad literaria, pero no parece contener una verdad definitiva, aunque venga de boca de Nietzsche o Montaigne, cuyos credos filosóficos analiza Antón. Pero la vida tiene sus propias reglas. Y el conocimiento no parece procurar las claves de la felicidad, o quizás sí, ya que Antón descubre un diario que hereda de su antepasado húngaro Mallick y que parece contener el secreto de una vida feliz...
Una novela divertidísima sobre el tópico del optimismo y la felicidad, la búsqueda desesperada e infantil de nuestra sociedad por conseguir lo que parece ser el estado ideal.