Este libro es, al mismo tiempo, un credo y una provocación. Un credo en la Música y en el Artista como ser único. Un credo en la Música como valor estético, moral y religioso. Una provocación a los jóvenes frente a este letargo en el que parecen sumergidos y confrontados en relación al problema del Arte, el de hoy y aquél eterno, especialmente, con una clara esperanza en su reacción para un futuro que creo brillante. Un examen implacable de los problemas de todos los días y de siempre: el ego, el concierto, los concursos internacionales, la carrera, las mafias, el mercado, la memoria, el trac (nerviosismo), la tendinitis, la decadencia del artista y su negación a partir. Cada período es identificado a las grandes obras del piano. Así los 48 Preludios y Fugas de Bach, los 24 Estudios de Chopin, la Sonata de Liszt y la Sonata Op. 111 de Beethoven son analizadas a fondo, además de doscientos ejemplos prácticos. Esto en el lenguaje de los jóvenes pianistas. Con sus problemas técnicos y estéticos, para ayudarles a encontrar sus propias soluciones en los dos campos a través de las nuestras, inciertas. Es igualmente un credo en la fuerza de espíritu de esta juventud y una advertencia para no emprender los caminos que no conducen en Roma así como no cometer nuestros mismos errores. Finalmente, es la certeza de la inmortalidad de la Música y el Arte - y en consecuencia del alma del Artista - con la esperanza no nueva, sino reiterada, en la fuerza de estos jóvenes que van seguramente a ser mejores que nosotros.