Por momentos lírico, analítico, oracular y profundamente dramático, el libro da testimonio tanto de la estatura filosófica de su autor, cada vez más reconocida internacionalmente, como de su innegable valor literario.

El tema de este diálogo compuesto al estilo socrático queda claro desde las primeras líneas: la posibilidad misma de vivir con la certeza de la muerte. La preocupación del autor por la finitud convierte a este joven estudiante ?que dio fin a su vida con 23 años?, en un paradigma del individuo atormentado y nihilista de su época.

Carlo Michelstaedter (1887-1910) fue pintor, poeta y escritor en lengua italiana, hijo de una acomodada familia judía de Gorizia, ciudad situada hoy en la frontera de Italia y Eslovenia, antaño integrada en el Imperio Austro-Húngaro. El mismo día en que completó su tesis de licenciatura, titulada Retórica y persuasión, se suicidó en Florencia con una pistola, a la edad de veintitrés años. Su muerte se sumó a la de otras personas de su círculo íntimo y fue calificada por sus propios contemporáneos de "suicidio metafísico".