¿Se verá obligada la democracia a renunciar a sus principios frente al impulso del mercado? Sea como fuere, a partir de ahora los Estados-nación deberán tener en cuenta la competencia de una serie de nuevos actores sociales, ya se trate de las empresas o de las ONG. Y ello puede que les conduzca a descuidar la formación de los ciudadanos en un período especialmente conflictivo: la llamada era de la globalización. A partir de estos interrogantes, Jean-Marie Guéhenno analiza los nuevos circuitos del poder en relación con las redes de comunicación y redefine los límites del actual debate democrático. En un mundo en el que las distancias cada vez tienen menos importancia, las fronteras ya no delimitan las comunidades políticas y la oposición entre intereses públicos y privados no basta para definir el espacio de la política, ¿cuáles serán los fundamentos de las comunidades del futuro? Entre la experiencia norteamericana de una democracia fundada en las comunidades de elección y una experiencia europea anclada en las comunidades de herencia, el porvenir de la libertad pasa hoy en día por la búsqueda de un nuevo equilibrio entre contrato y memoria, entre las libertades individuales y la necesidad de pertenecer a una comunidad de ciudadanos.