Pocos sentimientos acaparan m s nuestra atenci¢n y pensamientos a lolargo de la vida que el amor. Por ello si no aprendemos a amar bienposiblemente nos frustremos con frecuencia. En cambio, si aprendemos a amar viviremos m s rica y plenamente.

Antes que ofrecer una radiograf¡a de diversas manifestaciones del amor en la poes¡a actualhispanoamericana desde los a¤os 70 del siglo XX hasta nuestros d¡as?el deseo, la sexualidad, el erotismo, la imagen de s¡ a trav?s delotro, el amor plat¢nico, el amor como afirmaci¢n de s¡?? indagamos enla misteriosa y vivificante naturaleza de Eros y al mismo tiempoofrecemos una visi¢n antropol¢gica del ser humano a trav?s de uno delos sentimientos m s universales. Gracias a la poes¡a, y al amor,podemos conocer aspectos que desconoc¡amos. Pero, asimismo, late unaintenci¢n ?tico-pol¡tica, ya que

el conocimiento de s¡ y, por analog¡a, de los otros, repercute en el cuidado de uno (?tica) as¡como en el de los otros (pol¡tica).



En lasenumeraciones del inicio de cada cap¡tulo se advertir  una pluralidadde voces con diversos or¡genes, ideolog¡as, estilos y po?ticas:hombres y mujeres de la literatura hispanoamericana. Lo que importa es la calidad de la obra, la potencial universalidad, pues uno de lospoderes de la poes¡a es el de representarnos a todos, sin excepcionesni exclusiones. Es una experiencia solitaria y solidaria que abrazalos aspectos m s incomprendidos de cada uno. Ni los sentimientos ni la raz¢n se manifiestan de manera separada: se entrelazan. Del mismomodo que la raz¢n no se puede desplegar adecuadamente sin el impulsode los sentimientos, los sentimientos, sin la gu¡a de la raz¢n,perder¡an autodominio. Saber sentir bien, que a menudo implica sabervalorar y comportarse, requiere la alianza de sentimientos y raz¢n.



M s all  del tema, que a todos nos concierne, heprocurado que este libro pueda ser de inter?s para los amantes de lapoes¡a, pero tambi?n de la literatura comparada y la cr¡tica, de laantropolog¡a y de la filosof¡a. Como se apreciar , he a¤adido unaselecci¢n de im genes de pinturas y esculturas para los amantes delarte. El amor al arte es inseparable del amor a la vida, y ambos sealimentan rec¡procamente.