Cuando Louis recibe la invitaci¢n de Agathe, se emociona un poco. Hapasado mucho tiempo y, aunque perdieron el contacto, ?l nunca laolvid¢. Los recuerdos deslumbrantes de los pocos a¤os que pas¢ conella a orillas del Loira se mantienen imborrables. Por eso no puederesistirse a la idea de tomarse unos d¡as para volver a ver la luz del r¡o. Pero, cuando llega, Agatha no est , y la casa parece vac¡a.Louis no se imagina la sorpresa que Agathe tiene reservada paraaquellos que la amaron. Despu?s de Lul£, mujer desnuda, Davodeaudibuja otro retrato de una mujer que es, tambi?n, el de una regi¢naorillas del Loira y un himno a la naturaleza.