Francisco de Goya vivi¢ y cre¢ apasionadamente, con la continuainsatisfacci¢n del eterno aprendiz que dec¡a ser. En su b£squeda de la excelencia art¡stica diversos maestros, no siempre confesados, leacompa¤aron. Desde sus modestos principios en Zaragoza, su trayectoria vital est  marcada por el viaje y, en especial, por el viaje deconocimiento. Es fundamental el que le llev¢ a Roma en 1769. En aquelambiente cosmopolita su aptitud innata de dibujante y su inter?s porel potencial expresivo que le brindaba el estudio del naturalencontraron terreno abonado, a diferencia de otros artistas eintelectuales mucho m s interesados por el arte antiguo grecorromano.Definitiva para fraguar su po?tica, sin embargo, ser  otro tipo deexploraci¢n, cuyo manifiesto gr fico es el Capricho 43, del que eneste libro se ofrece una nueva lectura iconol¢gica.