Camino del Sol habla del dolor desde lo más frágil. Un diálogo entre la artista y cada flor, secretos compartidos en una suerte de diario a modo de testimonio vital.

«Solo mediante la selección, mediante la eliminación y mediante el énfasis llegamos al verdadero significado de las cosas». Georgia O’Keeffe. The Beyond, 1972.

Camino del Sol habla del dolor desde lo más frágil. Un diálogo entre la artista y cada flor, secretos compartidos en una suerte de diario que nos llega como testimonio vital. Las flores se muestran más honestas que nunca: abiertas, partidas, agujereadas, aisladas, quemadas, congeladas… convirtiéndose en protagonistas de la historia que nos quiere contar desde lo más íntimo.

Este libro se construye cuidando la estrecha relación que existe entre las palabras y las imágenes. La autora comparte su mirada generosa, atenta, sensible y en definitiva su manera de estar en el mundo para que aprendamos con ella que esa mirada única lo cambia todo.

En este laboratorio botánico la artista exprime las máximas cualidades de cada flor creando una obra plástica serena y cruda en donde se rescata el último aliento de la flor cortada que se salva a través de un juego terapéutico que exige nuestro silencio y tiempo para prestar atención a la belleza que nos rodea. Nos ofrecen su esencia pura, su último esplendor, color y tersura, en forma de grito, explosión, desgarro y esperanza.

Una propuesta que experimenta con la fugacidad, como la vida misma de las flores.

Beatriz Arroyo