Hay muy pocas batallas que, de haberse resuelto de forma distinta,hubieran cambiado radicalmente la historia del mundo.

En 1582,la guerra de sucesi¢n portuguesa ofreci¢ a Francia la oportunidad dedisputar el dominio espa¤ol del Atl ntico. El control extranjero delas Azores habr¡a supuesto el fin del comercio seguro con las Indias,la ca¡da del imperio americano y la quiebra absoluta de la haciendaespa¤ola.

Cuando don Álvaro de Baz n, h?roe de Lepanto, Or n yMalta, llega a la isla de Tercera, no solo sabe todo esto, sino que es consciente de que el enemigo le dobla en n£mero. Solo su astucia, elarrojo de sus soldados y la valent¡a de sus marineros pueden salvardoscientos a¤os de imperio y dar al marqu?s de Santa Cruz la gloriaque Lope de Vega glos¢:El fiero turco en Lepanto,en la tercera, elfranc?s,y en todo el mar el ingl?s,tuvieron de verme espanto.