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La absoluta convicci¢n de que el tiempo es dimensi¢n que siempre sepas¢ por alto es el motivo principal de este ensayo. Y siempre se pas¢ por alto porque, aunque parezca mentira, el hombre desatendi¢sistem ticamente la Realidad, el pavoroso enigma f¡sico en que somos y vivimos. A cambio, los fantasmas pensantes que corren tras la frenteocuparon destino preferente. Con toda l¢gica el tiempo qued¢ limitadoal tiempo mental, al tiempo del recuerdo y la expectativa, peroaquello que lo promueve, el tiempo f¡sico, permaneci¢ siempre mudocomo una momia egipcia.
Sumergirnos resueltamente en el enigma con  nimo de se¤alar que sea el tiempo como dimensi¢n f¡sica de laRealidad es el objeto de este ensayo.