Este libro se inscribe como un nuevo grito en el territorio de las voces mutiladas de los ni±os y de las ni±as violentados por los adultos, cuyo deber es cuidarlos y preservar sus derechos. Un grito nuevo que anticipa y anuncia la decisi¾n de tomar la palabra como definici¾n polÝtica; proviene de los llamados y de los quejidos de las vÝctimas y habrß de desembocar en el discurso.
Haber elegido la vulnerabilidad y el desvalimiento como coordenadas que posicionen a las organizaciones familiares como padecientes y a la par responsables por los sufrimientos de los mßs dÚbiles pretende desactivar la ilusi¾n que conduce a suponer que, por definici¾n, las familias serÝan hontanar de paz y fortalecimientos amorosos para sus miembros. Ilusi¾n que acompa±a a otras, por ejemplo, creer que los escritos tÚcnicos -como Úste que presentamos- aportan mensajes claves, profÚticos y asumibles como garantÝa de lo que se deberÝa hacer, como si desde nuestras subjetividades reenvißsemos directivas destinadas a corregir el dolor y la injusticia en el mundo, cuando solamente encadenamos palabras derivadas de aquel grito simb¾lico que proponemos para que vulnerabilidades y desvalimientos adhieran a los nuevos sentidos que los lectores y las lectoras quieran aportarles. Nos proponemos trabajar con la relaci¾n que podamos establecer entre la palabra tomada y la significaci¾n que cada uno le otorgue.