Son muchos los estudios que muestran que los primeros años de vida son decisivos en la formación del ser humano, ya que en ellos se asientan los rasgos de la personalidad y se adquieren las destrezas y las capacidades en las que se apoyarán los aprendizajes posteriores. La educación científica de los niños cuenta al menos c on tres argumentos: la etapa infantil es el tiempo en el que puede contribuir a que los pequeños desarrollen una comprensión crítica; puede hacerlos más sensibles a las ideas científicas, y para un pequeño grupo puede ser el inicio de un camino de futuro científico.La manera de trabajar los contenidos de ciencias que se propone en esta obra tiene la finalidad de asegurar la confianza de los pequeños en su aprendizaje al igual que en el aprendizaje de cualquier otra materia, sin hacer diferenciaciones por la supuesta dificultad de las ciencias; descubrir que ellos mismos pueden llegar a importantes resultados si se les proporciona el material adecuado y se les deja el tiempo suficiente para explorar sus ideas; facilitar la motivación por la ciencia afianzando la curiosidad de los pequeños por lo que les rodea, y promover el planteamiento de preguntas y la búsqueda de respuestas con autonomía. Con unas actividades de ciencias desarrolladas en un ambiente de confianza y de oportunidades para la