Adolfo Fernández Aguilar ha protagonizado gestas memorables a lo largo de su vida, culminando así una densa biografía personal cuajada de experiencias singulares. Famoso locutor en la radio de la edad de oro, cuando promovió la solidaridad de los españoles a favor de Valencia durante la Riada del 57; o gritando «Viva la Constitución», con los tanques en las calles durante el golpe militar del 23F, Senador, Diputado en el Congreso y parlamentario en el Consejo de Europa, sólido columnista en la prensa diaria, es también en los últimos años autor de diversos libros donde vuelca todo el caudal de lo vivido y aprendido, analizando el paso del tiempo y su incidencia sobre la condición humana.


Biografía del autor
Adolfo Fernández Aguilar ha protagonizado gestas memorables a lo largo de su vida, culminando así una densa biografía personal cuajada de experiencias singulares. Famoso locutor en la radio de la edad de oro, cuando promovió la solidaridad de los españoles a favor de Valencia durante la Riada del 57; o gritando «Viva la Constitución», con los tanques en las calles durante el golpe militar del 23F, Senador, Diputado en el Congreso y parlamentario en el Consejo de Europa, sólido columnista en la prensa diaria, es también en los últimos años autor de diversos libros donde vuelca todo el caudal de lo vivido y aprendido, analizando el paso del tiempo y su incidencia sobre la condición humana.



Llegada la jubilación todas las personas deberían proveerse de una brújula mental individualizada para que les dé señales certeras sobre dónde está su Norte y su Sur, guiándolos en su nueva condición de supervivientes. En este Breviario de supervivencia el lector se encontrará identificado plenamente dentro del paisaje narrado en el que se señalan las claves. Uno a uno, estos textos transmiten la emoción con que han sido compuestos hasta llegar a crear un conjunto armónico de notable calidad literaria. Todos hablan de lo mismo: del paso del tiempo y cómo afrontarlo. Este libro quizá pueda ser la fuente de energía que valga para embridar el envejecimiento, sin que la irremediable declinación biológica gane su desafío al ánimo y a la dignidad.


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