En respuesta al ensayo «The Prevention of Literature» que Orwell escribió en 1946 la autora, conocedora de primera mano de las sociedades gobernadas por Putin y Trump, da la razón a George Orwell: los totalitarismos son letales para la literatura. Ahogan a la sociedad con la mentira y la conducen a la esquizofrenia; destruyen el concepto de verdad y su posibilidad porque sus doctrinas, aún siendo indisputables son inestables, incapaces de propiciar un espacio para la imaginación, para poder pensar palabras y conceptos nuevos que eviten quedarnos mudos en el futuro. Debemos exigir las condiciones para pensar lo que no existe.

«Y a pesar de todo, creo que ésta es la tarea que tienen que hacer actualmente los escritores. Describir lo que aún no vemos, o lo que vemos pero aún no podemos describir, que es una situación casi del todo indistingible a no ver.»

«Los regímenes totalitarios se fundamentan en las mentiras precisamente porque ellos mismos son mentiras.»

Masha Gessen es periodista, escritora y activista nacida en la Unión Soviética, pero emigrada de niña a los Estados Unidos. De regreso a la Rusia post soviética, ejerció de periodista científica en la revista Vokrug Sveta. Activista de la comunidad LGTBI y cara visible de la oposición a Putin, volvió a los Estados Unidos en 2013. Actualmente es periodista del New Yorker y escribe en The New York Times y en The New York Review of Books, entre otros medios. En castellano ha publicado "El hombre sin rostro. El sorprendente ascenso de Vladimir Putin" (2012) y "El futuro es historia. Rusia y el regreso del totalitarismo" (2018, National Book Award de no ficción).