Una historia inquietante y mágica con el sabor de los libros clásicos de aventuras, narrada con la sabia dosificación de la intriga que caracteriza a Manuel Moyano. Esta novela recupera el pulso de las novelas clásicas de aventuras, con páginas memorables que evocan autores como Wells, London, Kipling, Verne, Lovecraft o Conrad y ratifica a Manuel Moyano como uno de los narradores hispanos más dotados para crear ambientes, personajes y tramas inquietantes.
Un joven sacerdote abrumado por dudas teológicas llega en misión al remoto pueblo selvático de Agaré, donde solo viven unos leñadores mestizos, cuya aparente religiosidad apenas encubre un profundo salvajismo. Una milenaria ciudad en ruinas, unas enigmáticas incursiones nocturnas, la ausencia de mujeres y la superstición que suscitan unos «espíritus de la selva» recorren esta trepidante obra.