Dentro de la magia en la que nos sumergen los libros infantiles ilustrados, es probable que todos, en alguna ocasión, hayamos hecho volar nuestra imaginación con los dibujos de trazo fino y suaves colores que ARTHUR RACKHAM empleó para ilustrar algunas de las más conocidas obras de la literatura universal: Peter Pan, Alicia en el País de las Maravillas, Los viajes de Gulliver o los Cuentos de los hermanos Grimm. Nacido en Londres en 1867 en el seno de una familia con doce hijos Rackham ha sido maestro e influencia para las siguientes generaciones de dibujantes y aún hoy, con todos los avances tecnológicos con que cuentan los ilustradores, se sigue vislumbrando la pátina fantasiosa del pintor británico. Envuelto en ese ambiente victoriano del que se embebió desde su edad más temprana, supo ir más allá y comprender a la perfección el espíritu de cada obra que tenía que ilustrar. Arthur Rackham es considerado como uno de los principales ilustradores de la ?golden age? de la ilustración de libros británicos que abarcó aproximadamente desde 1890 hasta el final de la Primera Guerra Mundial (1918). Durante ese periodo, se produjo un fuerte mercado de libros ilustrados de enorme calidad que normalmente se vendían como regalos de cara a la Navidad.