Un niño llamado Baltasar trata de hacerse su hueco en la casa familiar, donde conviven su madre, sus tres medio hermanos, su padre cuando aparece, la criada y en el piso de arriba los abuelos de sus hermanos. Baltasar guardará silencio hasta los cuatro años y sólo después de asistir a una función de títeres, de comprender el papel de la ficción en la vida de las personas, se atreverá a tomar la palabra e irá penetrando en el juego de transformaciones que es el mundo. Aunque incompleta debido al fallecimiento de la autora, los veintiún capítulos que dejó terminados de esta novela, llena de humor y de sentido de lo oscuro y lo terrible, bastan para disfrutar de su excepcional talento. Sin ninguna duda, un extraordinario acontecimiento literario.