Miguel de Cervantes fue poeta. Y lo fue en una época en la que ser poeta y ser escritor era una misma cosa, no podía entenderse la una sin la otra. La poesía es la base de la literatura? y también de la vida. La poesía que se escucha en las plazas, que se aprende de memoria, que se recita alrededor de los fogones y de los braseros o de las chimeneas, poesía que se canta en la cuna y que se llora en los cementerios, poesía que permite hablar del amor ?siguiendo una retórica petrarquista muy alejada de nuestra sentimentalidad? pero que no desdeña hacerlo de los acontecimientos históricos del momento, como la muerte de un rey, las batallas ganadas o perdidas o los rumores que llenan de risas los mentideros de la época. Poesía que es vida porque no se puede entender la vida de un escritor sin poesía.