Cistella de la compra

Rey, Dama, Valet

Autor Vladimir Nabokov / Jesús Pardo

Editorial EDITORIAL ANAGRAMA, S.A.

Rey, Dama, Valet
-5% dte.    12,90€
12,25€
Estalvia 0,64€
No disponible, consulti disponibilitat
Enviament gratuït a partir de 19€
Espanya peninsular
Enviament GRATUÏT a partir de 19€

a Espanya peninsular

Enviaments en 24/48h

-5% de descompte en tots els llibres

Recollida GRATUÏTA a llibreria

Vine i deixa't sorprendre!

  • Editorial EDITORIAL ANAGRAMA, S.A.
  • ISBN13 9788433966247
  • ISBN10 8433966243
  • Tipus LLIBRE
  • Pàgines 264
  • Col.lecció COMPACTOS #193
  • Any Edició 2012
  • Idioma Castellà
  • Encuadernació Rústica

Rey, Dama, Valet

Autor Vladimir Nabokov / Jesús Pardo

Editorial EDITORIAL ANAGRAMA, S.A.

-5% dte.    12,90€
12,25€
Estalvia 0,64€
No disponible, consulti disponibilitat
Enviament gratuït a partir de 19€
Espanya peninsular
Enviament GRATUÏT a partir de 19€

a Espanya peninsular

Enviaments en 24/48h

-5% de descompte en tots els llibres

Recollida GRATUÏTA a llibreria

Vine i deixa't sorprendre!

Detalls del llibre

«Este fogoso animal es la más alegre de mis novelas», dijo Nabokov de "Rey, Dama, Valet", una sátira en la que un jovencito miope, provinciano, mojigato y desprovisto de sentido del humor irrumpe en el frío paraíso de un matrimonio de nuevos ricos berlineses. La esposa seduce al recién llegado y le convierte en su amante. Poco después le convence para intentar eliminar al marido. Éste es el aparentemente sencillo planteamiento de la más clásica, quizá, de las novelas escritas por Nabokov. Pero, tras esa aparente ortodoxia se oculta una notable complejidad técnica, y, sobre todo, un tratamiento singular presidido por el tono de farsa. Publicada originalmente en Berlín, a finales de los años veinte, y ampliamente reelaborada por Nabokov en el momento de su traducción al inglés, a finales de los sesenta, "Rey, Dama, Valet" muestra un fuerte influjo del expresionismo alemán, especialmente del cinematográfico, y contiene un auténtico derroche de humor negro. Nabokov vapulea a sus personajes, los convierte en autómatas, se ríe de ellos a diabólicas carcajadas, caricaturizándolos con gruesos trazos que no impiden, sin embargo, que posean una verosimilitud que proporciona sostenida amenidad a toda la novela.