Esta obra reúne once trabajos que ofrecen los resultados de las investigaciones de diferentes especialistas pertenecientes a disciplinas diversas (sociología, literatura, antropología social y derecho) en torno a las vinculaciones existentes entre la religión y las identidades nacionales desde la Edad Moderna hasta el siglo XXI dentro de los territorios de la monarquía hispánica. De esta manera, se abordan los comportamientos políticos, sociales y culturales adoptados respecto a los extranjeros, partiendo de la hipótesis de que la mentalidad católica ha incidido de manera relevante en la percepción del "otro" en los procesos de continuidad o discontinuidad de determinadas actitudes, tales como la tolerancia, la hostilidad, la convivencia o la confrontación.